Como un equipo pequeño
Reconozco que no estoy últimamente para consolar viudas. Mi nivel de positivismo ha ido decreciendo de una forma directamente proporcional a los disgustos que me da el equipo cadista. Si soy completamente sincera, nunca me había visto de esta forma en los taitantos años que llevo siguiendo al Cádiz y mira que hemos pasado sinsabores y pesadumbres. Sé que es un problema que a nadie le importa, es mi forma de reaccionar ante lo que considero un coágulo de penurias que se están agolpando una tras otra en mi vena cadista.
Es lo que hay, pero también sé que así se siente mucha gente y de todo se harta uno.
Esto influye en todo. De forma casi generalizada coincidimos en que el Cádiz de Jose González hizo un buen partido en Murcia y que pudimos, al menos en 93 minutos lo conseguimos, llevarnos una victoria de la Nueva Condomina. Lástima del 94. Sin embargo, lejos de parecerme una buena señal, ya me ha quedado cristalino que mucho tendremos que sudar esta temporada para vernos entre los cuatro primeros del grupo o mucho tendrán que fallar los demás, que también puede darse la cosa.
Y es que el Cádiz le jugó al Murcia como el Yeclano, el Jumilla o el Alcalá le juegan al conjunto amarillo, como si de un equipo pequeño se tratara. Pensando en su téorica inferioridad, los jugadores de Jose González dieron el archiconocido 200 por cien del discurso esparraguiano para intentar arrancar un resultado más que positivo del estadio murciano. Se vio un desgaste físico importante, un despliegue imponente de facultades, faltas tácticas, buena disposición en el terreno de juego y marcajes espectaculares a jugadores clave de los pimentoneros. Aun así, elijan, ya por mala suerte, por un pequeño despiste o, simplemente, por no saber jugar con los tiempos del partido, nos volvimos con sólo un punto y la sensación que habíamos perdido tres pulmones por el camino.
Y yo me pregunto, ¿sólo se puede jugar así ante el Murcia?
Es lo que hay, pero también sé que así se siente mucha gente y de todo se harta uno.
Esto influye en todo. De forma casi generalizada coincidimos en que el Cádiz de Jose González hizo un buen partido en Murcia y que pudimos, al menos en 93 minutos lo conseguimos, llevarnos una victoria de la Nueva Condomina. Lástima del 94. Sin embargo, lejos de parecerme una buena señal, ya me ha quedado cristalino que mucho tendremos que sudar esta temporada para vernos entre los cuatro primeros del grupo o mucho tendrán que fallar los demás, que también puede darse la cosa.
Y es que el Cádiz le jugó al Murcia como el Yeclano, el Jumilla o el Alcalá le juegan al conjunto amarillo, como si de un equipo pequeño se tratara. Pensando en su téorica inferioridad, los jugadores de Jose González dieron el archiconocido 200 por cien del discurso esparraguiano para intentar arrancar un resultado más que positivo del estadio murciano. Se vio un desgaste físico importante, un despliegue imponente de facultades, faltas tácticas, buena disposición en el terreno de juego y marcajes espectaculares a jugadores clave de los pimentoneros. Aun así, elijan, ya por mala suerte, por un pequeño despiste o, simplemente, por no saber jugar con los tiempos del partido, nos volvimos con sólo un punto y la sensación que habíamos perdido tres pulmones por el camino.
Y yo me pregunto, ¿sólo se puede jugar así ante el Murcia?
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