Morosos en el terreno de juego
Dicen
que Hacienda somos todos, y habrá que tomarse dicha afirmación con algo de
optimismo ya que, según los gobernantes de este país, pagar a la Agencia
Tributaria es uno de los valores para salir a flote de la crisis en la que
estamos con el agua casi al cuello.
Como no quiero entrar en
politiqueo barato, ni enredarme en un bosque de espinosos árboles, solo daré mi
opinión respecto a este tema en el mundo del fútbol.
Hace poco salió a la luz una
escandalosa información en la que más de uno se llevó las manos a la cabeza:
“Los clubes de fútbol deben más de 700 millones de euros a Hacienda”. Y digo yo,
¿a mi porque me retiran cada mes de la nómina un porcentaje de lo trabajado?
¿Por qué si me sale a pagar al final del ejercicio me dan un plazo para que lo
liquide?
Está muy bien que queramos una
liga con los mejores jugadores, que queramos competir con otras ligas europeas
(que mira que casualidad no tienen problemas de esta índole con “su” Hacienda),
pero no a este precio. Aquí los equipos de la BBVA deben casi 500 millones de
euros, los de la categoría de plata casi 200 millones, y los demás clubs que “no
aparecen en las quinielas” casi 80 millones. Algunas deudas se saldarán con
pagos inmediatos y otras a largo plazo.
El Atlético de Madrid, por
ejemplo, según información de “El Confidencial” tiene una deuda con la Agencia
Tributaria de 120 millones de euros, y el ahora líder de la categoría de plata,
90 millones. Esto no se debe permitir bajo ningún concepto. Debemos sanear el
fútbol español, y no debemos permitir, por poner otro ejemplo más, ser el país con mayor número de clubs en
concurso de acreedores. Muchos éxitos internacionales, pero estamos a la cola
del Fair Play financiero.
A éste último tema quisiera
referirme de forma seria, ya que la UEFA pretende crear una “Liga financiera”
en la que todos los clubes europeos tengan una deuda controlada para poder
seguir compitiendo en competiciones internacionales. Algo así como le ocurrió
al RCD Mallorca que no pudo participar por estar en Ley Concursal. Esto debe
ser el comienzo, deudas sí, pero controladas.
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