martes, 28 de enero de 2014

La opinión de Alicia Cervera: Tirado por los suelos

Tirado por los suelos

Qué triste por Dios… Y yo que pensaba que con los Garófano, Gil, Baldasanos, grupos Planetas y demás ya lo había visto todo… Qué ilusa soy. Los italianos han superado las expectativas. Si cuando llegaron desconfié de su proyecto y sus bonitas palabras, la situación actual del Cádiz ha llegado a tal extremo que todo lo que huele a Italia le he cogido un asco que no puedo…

Muchos cadistas me criticaron entonces por mi desconfianza. Ellos habían quedado obnubilados por la verborrea parlante del señor Alesandro Gaucci, especialista en el oscuro arte del “dime qué quieres escuchar que yo te lo digo”.
Como si de un encantador de serpientes se tratara, fue ganándose la confianza de este sector de la afición que al escuchar palabras como cantera, inversión y Primera División entregó su corazón sin mediar más que las simples palabras.

Y en eso quedaron, en palabras. Frases pronunciadas desde el micrófono del que fue durante mucho tiempo su medio de cabecera y de confianza. A través de él, Gaucci hablaba y hablaba para no decir nada. El resultado: la peor campaña del Cádiz en Segunda División B con el mismo coste del año anterior de Quique Pina. Un desastre.

Este año no pagan, no invierten, no hay convenio con la Roma, no hay nada de lo prometido. Ahora no hay dinero ni para viajar a Málaga y tenemos que recurrir a la mendicidad para poder cumplir con nuestro calendario liguero. Qué pena. Un club con más de 100 años de historia, por el que lucharon muchísimas grandes personas que dieron su corazón por este escudo... Y ahora tirado por los suelos y colapsando los juzgados con demandas y más demandas… Si algún cadista ilustre regresara del cielo, visto lo visto, se volvía a morir…

Y sí, los clubs son sociedades anónimas, pero no son simples empresas. El Cádiz es la ilusión de muchas personas, el sentimiento encallado de muchos románticos enfermizos a los que estos colores se les agarraron el corazón en su más plena infancia sin queres despegarse. Este club, junto con mi marido que está orgulloso de compartir este sentimiento conmigo, ES EL AMOR DE MI VIDA. Amor por el que he reído de felicidad, he llorado de impotencia, por el que he sufrido para luego estallar de emoción… Decidme si esto no es lo que sentís por este escudo. Decidme si esto es sólo fútbol para vosotros, que no me lo creo.

3 comentarios:

  1. Sé que no es el sitio apropiado, y ni siquiera sé si te llegará el mensaje. Tampoco se trata de que se publique porque lo que quiero contarte tan solo te interesa a ti. De todas formas lo dejo a tu criterio.

    Yo soy un cadista más. No tengo menos merito que el acude a todos los desplazamientos, ni más por ir andando desde la calle Sagasta hasta el estadio Carranza a ver los entrenamientos del Cádi en tiempos de Balmanya.

    Empecé a envenenarme de amarillo en tiempos de Lara, con 7 u 8 añitos. Incluso tuve la suerte de jugar, en mis tiempos juveniles, vestido de amarillo en el equipo filial, el Balón de Cádiz, justo el año en que el Cádi ascendía a 1ª por 1ª vez.

    Hace unos días escuché en la radio como se te saltaban las lágrimas al conocer la terrible situación de este nuestro Cádi, próximo a la desaparición. Y al escucharte he de decir que a mí se me saltaron las mías.

    Recordabas con emoción como tu padre luchó para que el equipo de sus amores no desapareciera. De las horas que le echaba, sin nada a cambio. Mentira, yo lo sé, a cambio de quitárselo a su descanso y a sus gentes.

    No tengo el gusto de conocerte, pero tuve el placer de conocer a tu padre. No fue el fútbol y mira que eso nos unía. Fue una relación contractual. Él era el dueño y yo el inquilino. Iba a casarme, y de hecho me casé, y buscaba un piso de alquiler. El alquilaba un piso en la calle Robles y a mí me interesó. Cada vez que llegaba la actualización de la renta iba a ver a tu padre, a ver si me rebajaba algo. Que estaba recién casado y cobrando una miseria. Siempre llegábamos a un acuerdo, ni lo que él pedía, ni lo que ofrecía yo.

    Pasado los años, me llegó la oportunidad de comprarme un piso, pero me faltaba dinero para la entrada. Y hablé con tu padre. Le pedí que me diera algo de dinero a cambio de las mejoras que yo le había hecho a la casa (me gasté un dinero curioso), y que él a cambio podría ahora alquilarla a mejor precio por esas mejoras.

    No me mandó al carajo como hubiera hecho cualquier otro propietario. Me dijo que no tenía dinero, pero que me podía firmar una letra de cambio a 6 meses y que yo la negociara en el banco. Y así lo hicimos. Yo me compré una casa y tu padre alquiló el piso con mejor renta. Un hombre cabal. Seguro que no me equivoco si digo que eres digna hija de tu padre.

    Antonio de los Ríos

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  2. Te amo la camiseta amarilla
    Me siento muy bien!
    Yo también soy un fan!

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  3. Antonio, me gustaría de alguna forma ponerme en contacto contigo, las cosas que has dicho de mi padre son totalmente ciertas, has hecho que se me salten las lágrimas de la emoción al leerlas. Mil gracias de corazón por tus palabras, mi padre fue una persona importantísima para mí, gran cadista y mejor persona, ojalá algún día yo llegue a parecerme a él una décima parte. Un abrazo, ha sido un placer leerte...

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