La opinión de Alicia Cervera: con la cabeza alta

Con la cabeza alta

Este año nos hemos acostumbrado tanto a dar cera a todo lo que se mueve que ya nos cuesta incluso disfrutar cuando nos pasa por delante una pequeña señal de mejoría. La miramos desconfiados, precavidos y escépticos, preguntando a cada momento qué golpe vendrá detrás y qué hacer para que no nos duela tanto.

Tras el partido contra el Albacete, muchos son los cadistas que no quieren reconocer que se hizo un buen partido a pesar de la derrota. Se dicen a sí mismos que de nada vale, que perdimos los tres puntos, que cometimos errores imperdonables y que este Cádiz sigue como siempre, dando palos. Llevan razón… no puedo quitársela. Se perdió y nos volvimos a casa con las manos vacías, como muchos otros partidos. Los goles del Albacete volvieron a llegar tras sendos regalos, como nos tiene acostumbrados el personal, y la situación en la tabla sigue sin ser tranquila.

No me he distinguido este año por ser optimista, pero sin embargo, sí vi el domingo una diferencia importante con respecto a otros días. No porque el equipo mereciera ganar, que lo mereció, y tampoco porque viéramos otra imagen del Cádiz, que la vimos. La grada volvió a sentir con su equipo, latió su corazón al mismo ritmo que antaño y disfrutó por momentos del espectáculo ofrecido, no por bonito, sino por respetable. Ésa es la diferencia.

Esto de lo que hablo no es ninguna tontería. El respeto de esta hinchada es vital para lo que pueda ocurrir de aquí al final de temporada. Ese respeto se gana con hechos, con galones y con muchos sudores. Esperemos que esto no sea flor de un día y este Cádiz pueda caminar, de aquí a que finalice la temporada, con la cabeza muy alta y por la zona media de la tabla