martes, 13 de noviembre de 2012

La opinión de Alicia Cervera: El ‘punching ball’

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 El ‘punching ball’

No me gusta la manía que se tiene de buscar un chivo expiatorio al que siempre echarle las culpas de todo. Cuando las cosas vienen mal dadas parece que nace en el ser humano la tremenda necesidad de tener un punching ball para soltar toda la rabia que lleva dentro.

El Cádiz no funciona y alguien tiene que tener la culpa. Cada año hay uno. Cuando no es el presidente, es el entrenador y este año parece que le toca a los jugadores. Sin embargo, comprenderán la tamaña tontería. Me parece una visión muy simplista y una forma muy fácil de explicar algo que muchas veces es imposible de explicar. La culpa del éxito o fracaso de cualquier proyecto que se realiza a nivel colectivo nunca puede recaer en uno sólo de sus integrantes. Es de cajón.

Sin embargo, si el año pasado José González era el centro de casi todas las iras del respetable, ahora resulta que es la plantilla. Que si no tiene calidad, que si la mayor parte no sirve, que si no hay personalidad… así que, lo que en un principio se prometía como el año dorado, la temporada de la tierra italiana prometida, el año de la diversión en Carranza, el jogo bonito y miles de pamplinas más que hubo que escuchar y leer, ahora se torna en pesadilla, con unos resultados deportivos insostenibles acentuados con una imagen penosa e insufrible.

No obstante, como yo tiendo a buscar a los responsables en el colectivo, analicemos un momento si no es un tanto barato pensar que el Cádiz no funciona porque no tiene buenos jugadores. ¿Sabe defender este equipo? ¿Es una máquina de crear ocasiones de gol? ¿No es curioso que un portero como Aulestia que el año pasado parecía internacional esta temporada sea la sombra de sí mismo?

Así, se mire como se mire… el sistema hace aguas, el entrenador no da con la tecla y, por tanto, también es responsable de que el equipo salte al campo sin saber a ciencia cierta lo que tiene que hacer más que deambular impotente. Eso sin contar las declaraciones del último partido con perlas como: “Nos vamos de Albacete con la cabeza alta” o “no hemos merecido perder este partido” o que es parcialmente responsable de la llegada de sonados fiascos de la plantilla como Viyuela, Domingo, Sergio Ortiz o Sipo, sin ir más lejos…

Pero como me gusta mirar más allá. Vayamos con los Gauccis. No sólo cometen errores de bulto en la confección de la plantilla, dejando puestos mal cubiertos, haciendo fichas del filial sin estudiar bien las situaciones futuras que se puedan dar en el campo y dejando ir a futbolistas que habían demostrado un buen rendimiento (casos De Cos, Dioni o Juanse). Resulta que se hacen llamar grupo inversor… ¿y dónde ha ido a parar esa supuesta inversión? ¿Qué hemos cambiado al Zipi de Córdoba por el Zape italiano?

En fin señores. Si con todos estos ingredientes podridos la comida no te sale mala ya me dirán cómo se hace, porque la receta del éxito no se prepara con productos caducados, un cocinero inexperto y la lista de la compra escrita en suomi. Yo lo veo claro. Lo veía en septiembre y, ahora, pues mucho más…

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