Puñaladas y chanchullos
En
el fútbol actual la palabra tranquilidad no existe. No te puedes confiar porque
a la primera de cambio te meten una puñalada trapera por la espalda y todas tus
ilusiones terminan en el fondo del cajón. Resulta que este año se ha hecho un
equipo competente. Gaucci finalmente ha sido todo oídos y se ha dejado
aconsejar por los que saben (entre ellos el técnico Raúl Agné) para
confeccionar la plantilla del Cádiz para esta campaña.
El
resultado, un conjunto solvente, con jugadores involucrados y una plantilla,
que aunque se me antoja mejorable en algún caso, no tiene absolutamente nada
que ver con el despropósito del año pasado.
Por
ahora, la imagen del Cádiz está siendo buena, aunque me parece un suicidio
futbolístico hablar de play off de
ascenso a estas alturas tal y como he escuchado en algunos forillos. La Segunda
B es un bucle en el que es muy fácil entrar en barrena y no salir…
Vayamos
paso a paso porque ya el domingo pasado tuvimos la primera puñalada con otra
expulsión y un partido que pudimos controlar hasta los últimos cinco minutos.
Está claro que al estamento arbitral todavía le seguimos cayendo mal… Una pena.
Pero
la puñalada más grave no me la han dado sobre el césped en esta ocasión. Gaucci
y CIA siguen empeñados en aliñar el asunto de la compraventa. Que si no se
paga, que si quiero pagar a plazos, que si un 2x1 o un 3x2 y tiro porque me
toca y los administradores concursales están hartos (con razón). Menos mal que
los tenemos a ellos velando por lo que ocurre en el club, porque con esta
gente, entre chanchullos anda el juego. Dios qué cruz…
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